En Francia, la frontera entre el envío a domicilio de comida preparada y de artículos de supermercado es cada vez es más borrosa

Según publica Les Echos, tras la covid-19, los hábitos de consumo de los franceses han cambiado notablemente. Las compras online y los envíos a domicilio se han multiplicado, provocando la aparición de nuevos modelos empresariales. Las compañías que hace unos meses solamente llevaban comida preparada de los restaurantes a los domicilios, ahora también llevan artículos de supermercado.
De este modo, han surgido alianzas como la de Uber Eats y Carrefour, Deliveroo y el grupo Casino o Picard. Estos modelos híbridos cada vez son más comunes y la oferta de productos disponibles para este tipo de entregas también aumenta para adaptarse a la demanda. De hecho, en algunas tiendas de conveniencia, este tipo de compras pueden suponer entre el 10 % y el 15 % de la facturación. Otras empresas, como Cajoo, acaban de aterrizar en el mercado francés, garantizando entregas en menos de 15 minutos.
Del mismo modo, los restaurantes han tenido que reinventarse. Además de contar con comida para llevar, muchos de ellos han optado por tener disponible una sección de alimentos de sus productores favoritos, convirtiéndose de este modo en tiendas de comestibles a la vez que restaurantes de comida para llevar.
Aunque la combinación de envíos de restauración y distribución por un mismo agente está en boga por los confinamientos y toques de queda en Francia, la empresa Fritchy lleva ya dos años combinando su oferta de platos preparados para entregar a domicilio y una oficina con la entrega de alimentos.
Estos son solo algunos ejemplos de todas las empresas de reparto a domicilio que se pueden encontrar en la actualidad en Francia y que compiten cada vez más, intentando reducir los plazos de entrega y ampliando las referencias para hacerse un hueco en el mercado. Los nuevos hábitos de consumo, alianzas empresariales y modelos de negocio son consecuencia del propio coronavirus y los confinamientos y toques de queda impuestos por el Gobierno, que obligan a las empresas a reinventarse y estar preparados en un entorno cambiante.
Las previsiones de ‘FoodTech’ para el sector agroalimentario francés en 2021
Los grandes beneficiarios de “la economía del confinamiento” en Francia