Las superapps son plataformas digitales que concentran diversos servicios en una única aplicación. Su objetivo principal es unificar y personalizar la experiencia digital del usuario, permitiéndole realizar múltiples actividades sin necesidad de cambiar de app: desde enviar mensajes y hacer pagos, hasta pedir comida o gestionar su economía personal.
Este modelo ha tenido una fuerte repercusión en Asia, donde plataformas como WeChat (China), Alipay (China) y Gojek (Indonesia) han transformado el uso del móvil en una experiencia integral y centralizada. En otros mercados, actores como X (antes Twitter) y Revolut están evolucionando en esa dirección: X acaba de anunciar un acuerdo con VISA para integrar servicios financieros en su red social, mientras que Revolut está explorando el lanzamiento de un servicio de telefonía móvil en Reino Unido y Alemania, además de realizar adquisiciones estratégicas para ampliar su ecosistema digital.
En Canadá, sin embargo, no hay todavía una empresa que haya alcanzado este nivel de integración. Aun así, se observan señales de transformación en ciertos sectores, especialmente en el financiero. Un ejemplo es Wealthsimple, una fintech canadiense que comenzó como una plataforma de inversión y que ha expandido su oferta a servicios como cuentas de ahorro, criptomonedas, declaraciones de impuestos y transferencias, configurándose así como la base de una superapp financiera. Igualmente, KOHO ofrece herramientas bancarias alternativas, como tarjetas prepagadas, presupuestación automatizada y acceso anticipado a ingresos. Desde la banca tradicional, RBC ha desarrollado NOMI, una solución integrada en su aplicación móvil que utiliza inteligencia artificial para ayudar a los usuarios a gestionar su dinero mediante análisis de gastos, recomendaciones y alertas inteligentes. Estas propuestas reflejan una tendencia emergente hacia la integración de servicios financieros y de lifestyle digital, aunque todavía de forma limitada y vertical.
El progreso de las superapps en Canadá se enfrenta a algunos obstáculos importantes:
- Una regulación estricta del sistema financiero, que limita la capacidad de las nuevas plataformas para ofrecer servicios integrados sin los controles oportunos.
- Una elevada concentración de mercado en los sectores de las telecomunicaciones y de la banca, dominados por unos pocos grandes actores, lo que frena la competencia y la innovación disruptiva.
- La fragmentación digital, puesto que la mayoría de los servicios digitales en Canadá están separados en apps independientes, con poca interoperabilidad.
- A pesar de esto, las superapps podrían representar una solución poderosa para mejorar la inclusión financiera y digital en Canadá. El país se caracteriza por su gran extensión territorial y baja densidad de población, lo que implica desafíos logísticos y de acceso a servicios en regiones rurales o remotas. Una superapp podría ofrecer, a través del teléfono móvil, servicios esenciales a comunidades con acceso limitado a sucursales bancarias, transporte público o comercio físico, mejorando así la y la calidad de vida. La clave estará en cómo las empresas locales pueden sortear los desafíos regulatorios y tecnológicos, y en si los usuarios canadienses adoptarán este modelo integral como lo han hecho los consumidores en otras partes del mundo.
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