El Gobierno turco ha aprobado una reforma que modifica el artículo 63 de la Ley de Aduanas (2009/15481), endureciendo los criterios de exención de impuestos para compras internacionales. Previamente, los productos cuyo valor declarado no superaba los 30 euros estaban exentos de impuestos. Sin embargo, con la nueva normativa, se incluirá también el costo del transporte en este cálculo. Esto significa que si el valor combinado del producto y el transporte supera los 30 euros, el comprador deberá pagar impuestos especiales.
Por ejemplo, un producto valorado en 29 euros que implique un costo de transporte de 3 euros ahora será gravado, ya que el total asciende a 32 euros. Esta medida modifica la dinámica de importaciones al aumentar los costos finales para el consumidor y complicar la competitividad de los exportadores extranjeros en el mercado turco.
La decisión será efectiva a partir de finales de diciembre de 2024, consolidándose como una estrategia de protección económica que prioriza la producción nacional frente a la competencia internacional. Esta reforma también responde a un contexto de medidas proteccionistas en Turquía que buscan estimular el consumo interno y reducir la dependencia de importaciones.
El cambio legislativo ha generado preocupación entre los consumidores turcos y los vendedores internacionales. Las compras en plataformas de comercio electrónico podrían ser las más afectadas, especialmente para artículos de bajo costo que ahora quedarían sujetos a impuestos adicionales debido al cargo de transporte.
Esta reforma refuerza una tendencia global hacia políticas aduaneras más estrictas que buscan equilibrar los mercados internos frente al crecimiento del comercio electrónico transfronterizo. Turquía sigue los pasos de otras economías emergentes que priorizan el fortalecimiento de su industria nacional en un contexto de incertidumbre económica global.
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