El crecimiento del sector retail en 2024 sigue siendo una prioridad para los líderes de la industria. Según estudios recientes de Deloitte y eMarketer, las oportunidades de expansión están ligadas a la diversificación de categorías, el fortalecimiento de canales de distribución y la expansión en mercados emergentes. Los consumidores actuales, cada vez más informados y exigentes, buscan experiencias de compra que combinen la comodidad del e-commerce con el atractivo de las tiendas físicas, en lo que se conoce como “omni-canalidad”.
Uno de los aspectos destacados es el crecimiento de categorías como productos de salud y bienestar, sostenibilidad, y tecnología. Las preferencias de los consumidores están evolucionando, y cada vez más optan por productos que se alineen con valores como la salud y la conciencia ambiental. Esto ha incentivado a los minoristas a adoptar prácticas de sostenibilidad, que van desde el empaquetado ecológico hasta la implementación de procesos de fabricación sostenibles. Este enfoque responde al interés creciente de los consumidores por los productos orgánicos, éticos y eco-amigables, lo que posiciona a las empresas que los ofrecen en una ventaja competitiva.
En cuanto a canales de distribución, la pandemia aceleró la adopción del comercio electrónico, pero las tiendas físicas siguen siendo vitales, especialmente en mercados donde los consumidores prefieren interactuar directamente con los productos antes de comprarlos. Por ello, el sector se ha enfocado en mejorar la experiencia en tiendas físicas y digitales, integrando tecnologías como la realidad aumentada y la inteligencia artificial para personalizar la experiencia del cliente. Esta sinergia permite a las empresas adaptarse a los diferentes estilos de compra y lograr una mayor fidelización.
Otro punto relevante es el crecimiento de los mercados emergentes, particularmente en Asia y América Latina, donde la clase media está en expansión y el acceso a la tecnología es cada vez mayor. Según eMarketer, estos mercados representan una gran oportunidad para el retail global, ya que el aumento en el poder adquisitivo y la urbanización impulsan la demanda de productos de consumo. Sin embargo, para lograr una inserción exitosa en estos mercados, las empresas deben adaptarse a las especificidades culturales y logísticas de cada región, lo que implica ajustes en su cadena de suministro y estrategias de distribución.
Además, los datos de Deloitte indican que la transformación digital y la automatización siguen siendo esenciales para el sector. La inteligencia artificial permite a las empresas analizar grandes volúmenes de datos sobre preferencias y comportamientos de los consumidores, lo que facilita una toma de decisiones más informada. Esto es particularmente relevante en la gestión de inventarios y la personalización de ofertas, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y una mejora en la experiencia del cliente.
Por último, la logística se ha vuelto un factor crucial en la competencia entre retailers. La demanda de entregas rápidas ha llevado a las empresas a invertir en infraestructuras y tecnologías que les permitan cumplir con las expectativas de inmediatez de los consumidores, especialmente en grandes centros urbanos. Esta tendencia también impulsa la colaboración con servicios de última milla y el desarrollo de soluciones de logística urbana que permitan un despacho eficiente y una reducción de costos.
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