Tener una tarjeta ya no será suficiente para poder comprar por Internet. Esta nueva norma europea trata de promover la transparencia y dar una mayor seguridad en los servicios de pago, así como introducir nuevos servicios o establecer requerimientos adicionales de seguridad en las transacciones de pago electrónicas y en los accesos a las cuentas a través de internet. La segunda Directiva de Servicios de Pago (PSD2) comenzará a aplicarse en cuestión de meses. Será de obligado cumplimiento en menos de medio año. algunos bancos españoles aplican ya la nueva normativa europea que hará que el móvil sea imprescindible para pagar y cambiará la forma de consumir en la red.
Se trata de una directiva europea que afectará a todas las personas que venden y compran en Internet. Su objetivo es aumentar la seguridad de los pagos en la UE, incluidos los pagos online y los pagos móviles, y reducir al máximo el riesgo de fraude. A partir del 31 de diciembre regulará los servicios de pago en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo con la protección de los consumidores frente al fraude entre sus objetivos. Para reducir los delitos económicos, requerirá que los pagos online cumplan con la denominada autenticación reforzada de clientes. Esto significa que los procesos de autenticación deberán contar con al menos dos de los tres elementos que representan el conocimiento, la posesión y la inherencia.
A la vez, se trata de un i.ntento por promover la innovación y favorecer la adaptación de los servicios bancarios a las nuevas tecnologías, sin olvidar el perfil actual del consumidor, cada vez más electrónico, que compra y paga pulsando una pantalla táctil o con un sencillo clic de ratón.
Las reglas de la PSD2 también se pueden cumplir implementado tecnologías biométricas de identificación. Aquí entra desde el reconocimiento facial y de voz hasta la biometría de comportamiento, en base a algoritmos de inteligencia artificial que identifiquen a un individuo en concreto y destapen a posibles estafadores. Este tipo de tecnología no es extraña para los consumidores, ya que los smartphones y tabletas ya suelen incorporar sensores dactilares o de reconocimiento facial entre sus sistemas de seguridad.
“Las empresas necesitan encontrar el equilibrio entre optimizar la experiencia del cliente y maximizar la aceptación de las órdenes de pago auténticas, minimizar las pérdidas por fraude detectado mientras se reducen los falsos positivos al mínimo, y controlar los costes operativos”, comenta Marco Piña, director de Nuance Enterprise Iberia.
“En este sentido”, observa, “la biometría es el aliado perfecto para que estabilicen la balanza y cumplan con éxito con la PSD2, puesto que los consumidores se sienten cómodos con este tipo de identificación y dado que es capaz de minimizar la posibilidad de sufrir cualquier ataque, evaluando cientos de particularidades únicas del usuario y ofreciendo una mayor velocidad en el acceso a los dispositivos”.
Las empresas todavía tienen unos meses para adaptarse a la nueva directiva, así que habrá que esperar para ver cuáles son las soluciones que implementan y si la PSD2 se cumple a tiempo.