Según un informe de la consultora GlobalData, se estima que entre 2025 y 2029, el mercado de pagos con tarjeta de Nueva Zelanda experimentará un crecimiento compuesto anual (CAGR) del 3,9%. Durante los próximos cuatro años, el estudio proyecta que este mercado alcanzará los 125.600 millones de dólares neozelandeses (NZD).
En 2023, los pagos con tarjeta crecieron un 6,1%, aunque se espera que el crecimiento en 2024 se reduzca a un 2%, debido a la desaceleración económica en Nueva Zelanda, que, según el FMI, registró un crecimiento de 0%. Esto indica que, a pesar de la ralentización económica, el mercado de pagos electrónicos ha mantenido su tendencia de crecimiento, aumentando su cuota de mercado.
El informe señala varios factores que impulsan el crecimiento de los pagos con tarjeta, entre ellos, la digitalización de la infraestructura de pagos, la expansión de los puntos de venta (POS), la creciente preferencia de los neozelandeses por los pagos sin efectivo, el auge del comercio electrónico y el incremento de los pagos sin contacto. Se prevé que la recuperación económica y la disminución de la inflación favorezcan aún más el crecimiento de los pagos con tarjeta.
Aunque la cantidad total de tarjetas de crédito sigue siendo relativamente baja, se estima que en 2024 los pagos con tarjeta de débito representarán el 47,8% del mercado, frente al 52,2% de los pagos con tarjeta de crédito. Tanto el gobierno como los bancos comerciales han implementado medidas para fomentar la inclusión financiera, incentivando el uso de tarjetas de débito para transacciones de bajo valor.
Las tarjetas sin contacto han ganado gran popularidad entre los consumidores neozelandeses, ya que casi todas las instituciones financieras comerciales ofrecen esta tecnología. Se espera que esta tendencia siga en aumento conforme se complete la adopción de la infraestructura de pagos sin contacto. Una característica distintiva del mercado neozelandés es que cuenta con una infraestructura madura de terminales POS, aunque solo algunos de estos permiten pagos sin contacto. Esto se debe a que la mayoría utiliza la tecnología de transferencia electrónica de fondos en el punto de venta (EFTPOS) en lugar de la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC). Este hecho responde a la alta penetración de EFTPOS NZ, el principal actor en el sector, que conecta más de 60,000 negocios y 90,000 dispositivos en el país.
Payments NZ, la entidad de gobernanza de pagos está conformada por los principales bancos del país. Aunque fue fundada en 2010, aún no ha desarrollado un sistema de pago inmediato (similar al BIZUM en España), lo que ha generado que el uso de pagos con tarjeta en Nueva Zelanda sea más alto que en otros países. Esto limita las opciones de pago disponibles para los consumidores. Además, es común que se apliquen recargos de hasta un 2% por el uso de tarjetas de crédito en establecimientos. Esta entidad está implementando el Plan de Modernización de Pagos 2030, con el objetivo de mejorar la inclusión financiera, incrementar la aceptación de pagos con tarjeta por parte de los comerciantes y fomentar la competencia e innovación en el mercado de pagos.
Un estudio de la Comisión de Comercio de Nueva Zelanda sobre la banca minorista señala la falta de innovación en el sector bancario como uno de los factores que ralentiza la implementación de estos sistemas. Según el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales de Londres (CEBR), un sistema de pago inmediato podría generar un aumento del 2,2% del PIB de Nueva Zelanda, lo que equivaldría a 6.500 millones de NZD para 2027.
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