El comercio electrónico se ha consolidado como una alternativa a la compra física en Colombia, siendo este el tercer mercado más grande en América Latina, moviendo miles de millones de dólares.
Sin embargo, la regulación no ha avanzado al mismo ritmo, debido a la mayor dificultad en el control de las condiciones de compra-venta y la supervisión de las plataformas digitales.
Para fortalecer la protección del consumidor, el 19 de diciembre de 2024 se modificó parcialmente el Estatuto del Consumidor (Ley 1480 de 2011) con la entrada en vigor de la Ley 2439 de 2024, que establece nuevas medidas de protección en el comercio electrónico.
Entre los cambios clave se incluyen:
- Devoluciones más rápidas: El tiempo para la devolución del dinero en compras en línea se reduce de 30 a 15 días desde el momento en que el consumidor ejerza su derecho y cumpla con los requisitos solicitados por el proveedor.
- Mayor transparencia en la información: Los proveedores deben ofrecer datos claros, actualizados y reales sobre sus productos y/o servicios. En caso de promociones, se debe indicar su vigencia y disponibilidad. Además, el plazo de entrega debe ser informado antes de la compra y, si no se establece, será de 30 días.
- Disponibilidad de productos y reembolsos garantizados: Si un producto no está disponible, el consumidor debe ser notificado. Si decide cancelar la compra, el reembolso debe realizarse en un máximo de 15 días.
- Atención al cliente obligatoria: Se debe de contar con canales accesibles para atender y orientar a los consumidores dentro de la misma plataforma en la que se realiza la compra.
- Regulación de costos en créditos digitales: Los cargos por tecnología en plataformas fintech serán considerados intereses, exceptuando seguros, avales, impuestos y cargos por firma electrónica.
Esta es una medida clave para proteger los derechos de los consumidores electrónicos, quienes muchas veces enfrentan una gran asimetría de información en comparación con el comercio tradicional, ya que no tienen contacto directo con el producto ni con el proveedor. Por ello, estas disposiciones son fundamentales para reducir riesgos de fraude y generar mayor confianza en las compras en línea. Con una regulación más clara y mecanismos de atención efectivos, se busca garantizar una experiencia de compra segura y fortalecer un mercado que sigue creciendo y ofreciendo grandes ventajas para los consumidores.
Fuente: Ambitojuridico