El avance imparable del comercio electrónico está transformando el paisaje logístico europeo. Según un estudio de Prologis Research, el desarrollo del ecommerce en el continente requerirá hasta 1,9 millones de metros cuadrados adicionales de espacio logístico en los próximos cinco años, impulsado por el crecimiento sostenido de las compras online tanto a escala europea como en el mercado español.
Mientras que en Reino Unido la venta online ya representa un 32 % del comercio minorista, en el resto de Europa la digitalización del consumo avanza a un ritmo más pausado, con una cuota media del 10 %. España, en concreto, se sitúa actualmente en el 11,2 %, aunque se prevé que alcance un 14,7 % en 2030, lo que convierte al país en uno de los polos logísticos más atractivos para el desarrollo de infraestructuras relacionadas con el ecommerce.
Este crecimiento no solo está elevando la presión sobre los centros logísticos, sino que también está transformando la forma en que se organizan los procesos de distribución. Los consumidores demandan cada vez más inmediatez: en 2024, 7 de cada 10 compradores esperaba recibir sus pedidos en 24 horas, y más del 75 % daba prioridad a las devoluciones gratuitas. Esta realidad está obligando a las empresas a reconfigurar su red de almacenes, apostando por instalaciones más cercanas a las ciudades para optimizar los tiempos de entrega y reforzar la llamada “última milla”.
En paralelo, grandes operadores del comercio digital como Shein, Temu, AliExpress y TikTok Shop están ganando terreno rápidamente y ya representan el 34 % de los pedidos online en España. Ante la posible supresión del régimen fiscal “de minimis” —que actualmente permite importar productos de bajo valor sin pagar aranceles—, estas plataformas están acelerando sus inversiones en infraestructuras logísticas propias en Europa. Esto se traduce en una necesidad aún mayor de suelo logístico conectado a puertos, hubs intermodales y áreas metropolitanas.
Otro aspecto clave de esta transformación es la sostenibilidad. La presión regulatoria y el interés por reducir la huella de carbono están empujando a los operadores logísticos a adoptar soluciones más respetuosas con el medio ambiente. Entre ellas destacan el uso de paneles solares, sistemas de iluminación eficiente LED o puntos de recarga para vehículos eléctricos. Prologis, líder del sector, ha incluido estas innovaciones en buena parte de sus activos para mejorar el rendimiento energético y reducir costes operativos.
Actualmente, la compañía gestiona en España un total de 86 inmuebles logísticos, con una superficie total de 1,5 millones de metros cuadrados. De este total, más de 500.000 m² (un 34 %) están dedicados a actividades vinculadas al retail y el ecommerce. Además, una cuarta parte de sus clientes en España pertenecen a este segmento, lo que refleja el dinamismo y la proyección de futuro del sector.
“Estamos viendo un crecimiento muy sólido del comercio online. Las empresas deben adaptarse ofreciendo plataformas logísticas más sostenibles, flexibles y cercanas a los consumidores”, ha afirmado Cristian Oller, responsable de gestión de activos de Prologis para el sur de Europa.
Todo indica que la próxima gran revolución del comercio no se librará en las tiendas físicas ni en las páginas web, sino en la distribución y la logística que hacen posible cada entrega.
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