Allegro, líder del comercio electrónico en Polonia, ha decidido que la mejor defensa es un buen ataque. Su nuevo presidente, Marcin Kuśmierz, ha dejado claro que la compañía no se limitará a resistir la creciente presión de gigantes internacionales como Amazon y AliExpress. En una entrevista reciente con el diario Puls Biznesu, el ejecutivo fue tajante: “No vamos a defendernos, vamos a atacar”. Esta frase, convertida en titular en los medios económicos del país, marca el inicio de una nueva etapa para la firma que aspira a consolidarse como la mejor empresa de e-commerce de Europa, no solo de Europa Central.
Un modelo de ofensiva en un mercado en transformación
Polonia se ha convertido en uno de los mercados digitales más dinámicos del continente. El aumento del consumo online, la madurez de las soluciones logísticas y la creciente competencia han transformado el panorama del e-commerce. En este contexto, Kuśmierz no pretende limitarse a mantener la cuota de mercado nacional de Allegro, sino impulsar una expansión agresiva y diversificada que refuerce su liderazgo local y siente las bases de su internacionalización.
El ejecutivo reconoce que el comercio electrónico polaco vive un momento decisivo. Los consumidores exigen más rapidez, control y conveniencia en sus compras, lo que obliga a las plataformas a invertir en tecnología, datos y logística. En este sentido, Allegro está reforzando su infraestructura con un doble movimiento estratégico: mantener su alianza con InPost hasta 2027 —su principal socio logístico— y al mismo tiempo desarrollar su propia red de entregas, Allegro Delivery, junto a nuevos operadores como Orlen y DHL.
Este enfoque busca evitar una dependencia excesiva de un solo proveedor y aumentar la flexibilidad ante el crecimiento del volumen de pedidos. “La escalabilidad y la rapidez son esenciales para competir con los grandes”, subraya Kuśmierz.
Diversificación y expansión internacional
Otra de las apuestas centrales del nuevo plan de Allegro es la diversificación de sus categorías de producto. La compañía quiere convertirse en un marketplace verdaderamente universal, “donde se pueda encontrar de todo”. En la práctica, esto significa reforzar verticales que hasta ahora tenían menor peso en la plataforma, como alimentación, farmacia, productos para mascotas o artículos de lujo.
Aunque el CEO no ha especificado qué mercados extranjeros figuran en la hoja de ruta, sí ha dejado entrever que la expansión internacional será una prioridad. En la última década, Allegro ha pasado de ser un actor nacional a un competidor regional con un modelo que podría replicarse fácilmente en otros países de Europa Central y del Este, donde aún hay espacio para plataformas locales que combinen eficiencia logística y cercanía al consumidor.
Tecnología, eficiencia y rentabilidad: los tres pilares del futuro
Más allá de la expansión y las finanzas, Kuśmierz ha insistido en que la verdadera fortaleza de Allegro reside en la integración entre tecnología, datos y experiencia de usuario. Tras un periodo de reestructuración interna, la empresa se ha centrado en la eficiencia operativa, con especial atención al uso de analítica avanzada para optimizar márgenes y personalizar la experiencia de compra.
En palabras del CEO, el futuro del comercio electrónico en Polonia —y, por extensión, en Europa— dependerá de la capacidad de combinar infraestructura propia, servicio rápido y una oferta diversa y atractiva. Allegro, asegura, está preparada para liderar ese cambio.
Una señal clara al mercado europeo
Con esta doble ofensiva —estratégica y financiera— Allegro busca enviar un mensaje inequívoco a sus competidores y al mercado de capitales: la compañía no solo quiere mantenerse como líder en Polonia, sino convertirse en un actor europeo de referencia. Su nueva estrategia combina crecimiento orgánico, control logístico, diversificación y un manejo sofisticado del capital, una mezcla poco común en un sector caracterizado por la competencia feroz y los márgenes ajustados.
Si el plan de Kuśmierz se concreta, Allegro podría transformar su actual posición de fortaleza local en un trampolín hacia una expansión continental. En un escenario dominado por gigantes globales, la empresa polaca ha decidido que su mejor defensa será, efectivamente, atacar.