Las empresas invierten activamente en tecnología e integran cada vez más aplicaciones digitales en sus tiendas virtuales en línea. Las aplicaciones de móvil han permitido a las empresas satisfacer las demandas del consumidor en un mercado en línea dominado por los smartphones. La evolución de las aplicaciones móviles no solo ha transformado el ecosistema del comercio electrónico; también ha desarrollado una experiencia de compra más agradable para el consumidor. Las aplicaciones móviles son una solución importante para captar clientes.
Un estudio realizado por Statista muestra que la categoría de aplicaciones móviles a las que los consumidores dedicaron su tiempo en 2017 que más rápido aumenta es "compras". Las aplicaciones de compras generaron los mayores beneficios, con un incremento del 54 % a lo largo del año en sesiones de uso. Una aplicación móvil le proporciona informes analíticos, en los que se detallan las decisiones de compra e información sobre el usuario. Esto le permite conocer mejor las preferencias de los consumidores y le ayuda a perfeccionar sus estrategias de marketing.
No obstante, la seguridad de los datos y la información de pago en línea plantean un problema mayor. Las aplicaciones móviles deben minimizar el riesgo de ataques cibernéticos y ser muy seguras. Contar con elementos de seguridad a varios niveles puede contribuir a generar confianza en los consumidores. Las aplicaciones también pueden ayudar a reducir las tasas de abandono del carrito de la compra. Diversos informes publicados por Baymard muestran que la tasa de abandono promedio es del 68 %, mientras que para las aplicaciones móviles es del 28 %.
Las aplicaciones móviles deben minimizar el riesgo de ataques cibernéticos y ser muy seguras
