La importancia de las formas de pago en el comercio electrónico en México

¿Sabías que solo el 32% de los mexicanos afirma haber realizado alguna transacción por medio de formas de pago digitales? El nivel de inclusión financiera de la sociedad en el país es muy bajo y además en los últimos años ha permanecido estancado. Esta particularidad ha llevado al desarrollo de métodos de pago alternativos a los ofertados por la banca tradicional.

El efectivo es la principal forma de pago en México, utilizado por el 87% de la población en compras superiores a 500 pesos mexicanos (unos 24€). En Ciudad de México, la región más bancarizada del país, esta cifra baja hasta el 79%.

Algo peculiar y llamativo del país es que muchos servicios como el gas, el agua o las tarjetas prepago del teléfono, se pueden pagar en metálico en tiendas de conveniencia como Oxxo o 7 Eleven. Además, es habitual el pago contrareembolso en el momento de la entrega o mediante un ingreso de efectivo en un banco.

Tal es la importancia del pago en metálico en este país que grandes empresas como Cabify o Uber lo incluyeron entre sus opciones de pago como alternativa a las tarjetas de débito y crédito, adaptándose a las necesidades de sus consumidores. Y la decisión resultó ser un acierto, pues más de la mitad de los viajes efectuados a través de estas plataformas se pagan por esta vía.

Aunque el efectivo es el rey de los pagos en México, entre los pagos digitales está muy extendido el uso de tarjetas de débito y crédito, las transferencias y los monederos electrónicos como Paypal y Mercadopago, la plataforma de pagos online de MercadoLibre, el gigante del comercio online en Iberoamérica de origen argentino. En cambio, el pago electrónico sólo fue utilizado por el 7% de los compradores mexicanos en 2017. Esta cifra contrasta con la población que tiene acceso a internet a través de sus smartphones, 65 millones de personas, el 72.2% de los mexicanos.

¿Por qué tiene tan poca aceptación del pago electrónico en México? Los principales motivos son la dificultad de acceso a productos financieros para amplias capas de la población y el temor al fraude electrónico como la clonación de tarjetas o la suplantación de identidad digital.

Para inspirar confianza en el consumidor online, puede ser interesante usar sellos de confianza, como el que concede la Asociación de Internet MX a empresas contrastadamente comprometidas con las mejores prácticas de protección de la privacidad en línea.

Para fomentar el uso de medios de pago electrónicos, el Banco de México ha apostado desde octubre de 2019 por una nueva modalidad denominada CoDi® - Cobro Digital. Esta plataforma permite, gracias a los códigos QR y NFC, realizar pagos y cobros por medio de transferencias electrónicas de forma rápida, segura y eficiente a través de un teléfono móvil asociado a una cuenta bancaria.

Por otro lado, la baja inclusión financiera del país ha favorecido la aparición de métodos de pago alternativos a la banca tradicional. En este contexto no es de extrañar que las fintech (empresas de tecnología financiera) hayan crecido exponencialmente, superando las 400 startups financieras de base tecnológica a finales de 2019, lo cual sitúa a México como el principal ecosistema de este tipo de empresas en Iberoamérica, por delante incluso de Brasil. De hecho, México ha sido pionero en aprobar una Ley para Regular las Instituciones de Tecnologías Financieras, conocida como Ley Fintech, única en la región. El gran valor de la norma es el marco regulatorio que ofrece seguridad jurídica a los usuarios de servicios fintech y genera mayor competencia en el mercado.

La Ley Fintech abre grandes oportunidades para empresas financieras con base tecnológica como la española Latinia, desarrollador de software de notificacionesmulticanal para entidades financieras, que ha elegido México para invertir en tres fintechs: una startup especializada en el uso de la tecnología de códigos QR como medio de pago (en sintonía con la aplicación de CoDi), una empresa que otorga préstamos online y una fintech que valida la identidad de clientes, proveedores, personal, usuarios y socios comerciales.

En definitiva, al poner en marcha un e-commerce en México, es imprescindible conocer los métodos de pago más empleados en el país (incluidas las nuevas fórmulas que comienzan a aparecer) y adoptar aquellos que mejor se adapten a los consumidores objetivo de la empresa y generen una mayor confianza.

Autores:

Ana Hernández Rodríguez, becaria

Marta Fernández Quiñones, analista de mercado

Álvaro Pastor Escribano, Consejero Económico y Comercial Jefe

Puedes consultar más información sobre el mercado digital y el comercio electrónico en el Informe e-País de México.