El comercio electrónico se está teniendo que enfrentar a una nueva práctica fraudulenta, el wardrobing. Este fenómeno ocurre cuando los consumidores compran artículos, hacen uso de ellos y, posteriormente, los devuelven solicitando un reembolso completo del precio de compra.
En Europa, el comercio electrónico está viéndose afectado cada vez más por este fenómeno. En el sector de la moda en Italia, se alcanzan cifras de hasta el 12% de las prendas. Sin embargo, los países con el mayor porcentaje de wardrobing se sitúan en el norte de Europa, alcanzando cifras de hasta el 20% de los productos.
Para las empresas, las devoluciones son uno de sus mayores gastos, por lo que este fenómeno está generando grandes pérdidas. Se estima que, en Europa, 1 de cada 5 consumidores practica el wardrobing de manera habitual.
Sin embargo, las consecuencias económicas no son el único problema al que tienen que enfrentarse, ya que la huella de carbono generada con dichas devoluciones también es considerable. Solamente el 44% de las devoluciones se pueden poner a la venta de nuevo al precio inicial, por lo que parte de las devoluciones terminan siendo desechadas o, incluso, incineradas.
En Europa, con el fin de reducir el porcentaje de prendas devueltas, el 74% de los comercios cobra una media de 3,4€ por devolución al consumidor, aun así se devuelven en torno a 20 millones de productos al año. Otra medida para reducir el número de devoluciones fraudulentas son las devoluciones a cambio de otra prenda o el importe en crédito en el comercio. De esta manera, la tasa de devoluciones se ve reducida del 61% al 45% .
En cuanto a la logística de devolución, la mayoría de las devoluciones se realizan a domicilio. La entrega en puntos de recogida es la segunda opción más común, seguida de la devolución en tiendas físicas, en las que llevar a cabo el wardrobing es más complejo. En Italia, el 68% de las devoluciones se llevan a cabo a través de Poste Italiane, el equivalente a Correos en España
En resumen, el wardrobing representa un desafío significativo para el comercio electrónico, las empresas deben implementar estrategias para luchar contra las devoluciones fraudulentas y mitigar su impacto tanto económico como ambiental.