En un escenario donde el comercio electrónico ha experimentado fases prolongadas de crecimiento, las previsiones actuales sugieren un panorama menos optimista. Un estudio de EHI sobre la gestión de envíos y devoluciones en el comercio electrónico apunta hacia un aumento en los costes de envío.
Después de periodos extensos de crecimiento para el comercio en línea, las proyecciones actuales no son tan prometedoras. El comercio electrónico debe revisar y, si es necesario, optimizar sus procesos y estructuras de costes. Según el estudio "Gestión de envíos y devoluciones en el comercio electrónico 2023" de EHI, Marco Atzberger, miembro de la junta directiva en EHI, analiza: "El flujo sin problemas de envíos y entregas, junto con una gestión eficiente de devoluciones, son requisitos fundamentales para los minoristas en línea. Tiempos de entrega rápidos, ventanas de tiempo de entrega concretas y una estrategia de costes inteligente pueden ser elementos cruciales en la competencia". Analiza las opciones de envío y sus costes en la región europea DACH, además de las estrategias para evitar las devoluciones. Según la empresa de investigación y consultoría, más de tres cuartas partes (78%) de los minoristas en línea de Alemania, Austria y Suiza afirman que la entrega o el envío a los clientes es el factor de coste decisivo.
Los costes logísticos promedio por artículo varían según el surtido, siendo hasta cinco euros para un tercio (33%) de los minoristas en línea en el área D-A-CH, hasta 25 euros para el 41%, y más de 25 euros para el 8%. Estos costes no incluyen las devoluciones.
La entrega al cliente es el impulsor de costes decisivo, según más del 78% de los encuestados. La mayoría de los minoristas encuestados (85%) facturan a los clientes costes de envío que oscilan entre dos y diez euros. Solo el cuatro por ciento no los cobra.
En cuanto a la velocidad de entrega, la evaluación de los minoristas en línea es impecable: ninguno de los encuestados requiere más de cinco días hábiles para la entrega.
En resumen, el estudio destaca los desafíos que enfrenta el comercio electrónico, instándolos a adaptarse a una realidad donde los costes de envío juegan un papel crucial en la satisfacción del cliente y la competitividad del mercado.