El comercio electrónico evoluciona constantemente, representando el 10% del consumo de los hogares. Está influenciado por avances tecnológicos (IA, RA, RV) y cambios en hábitos de consumo. A continuación, algunas de las tendencias para 2025:
1. Compras ecológicas y responsables: La demanda de productos duraderos, eco-responsables y éticos aumentará. Los consumidores serán más exigentes con el compromiso de las marcas respecto al medio ambiente y la sostenibilidad.
2. Compras desde dispositivos móviles: El uso de smartphones para realizar compras en línea seguirá creciendo. Es crucial que los sitios de comercio electrónico sean compatibles con móviles y que se desarrollen aplicaciones y actividades en redes sociales.
3. Inteligencia artificial (IA): La IA jugará un papel más importante en la personalización de experiencias de compra, campañas de publicidad dirigidas, automatización de operaciones logísticas y ajuste de precios en tiempo real. El uso de chatbots también se incrementará para ofrecer asistencia al cliente 24/7.
4. Realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV): Estas tecnologías proporcionarán experiencias de compra inmersivas e interactivas, permitiendo a los consumidores interactuar virtualmente con los productos antes de comprarlos, lo que aumentará su confianza en las tiendas en línea.
5. Compras por voz: Aunque actualmente su uso en el comercio electrónico es moderado, se espera que aumente significativamente. Los comandos de voz permitirán a los compradores navegar y realizar pedidos en línea de manera más rápida y eficiente, ofreciendo una ventaja competitiva considerable.
6. Localización: La localización está ganando importancia en el comercio electrónico, desplazando a la globalización. Los vendedores en línea se enfocarán más en los consumidores locales y podrían asociar sus tiendas en línea con tiendas físicas, ajustando sus estrategias de marketing y cadenas de suministro.
7. El fulfillment : la gestión de pedidos se generalizará en 2025, centralizando operaciones para acelerar la entrega.
Estas tendencias reflejan cómo el e-commerce seguirá evolucionando, impulsado por la tecnología y los cambios en los hábitos de consumo.
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