En Australia, el recommerce también ha ganado popularidad, con consumidores que recurren cada vez más a plataformas peer-to-peer —aplicaciones que permiten la interacción directa entre particulares, generalmente para comprar, vender o intercambiar bienes y servicios—, como eBay, Gumtree y Facebook Marketplace para revender sus prendas y accesorios. Su crecimiento responde principalmente a factores económicos y medioambientales. Según el informe de comercio electrónico de Australia Post (2025), más de dos tercios de los compradores australianos consideran que los productos sostenibles nuevos tienen un coste demasiado elevado, lo que favorece la elección de artículos de segunda mano, más asequibles y responsables con el medio ambiente.
Una de las plataformas más populares para la compraventa de ropa usada es Depop, lanzada en 2011. Lo que distingue a Depop de otras apps es su enfoque en la cultura digital y su look de red social, que le han permitido conectar con públicos jóvenes. No es casualidad: casi el 50 % de los Millennials y la Generación Z busca o compra productos en redes sociales cada semana, y el 80 % lo hace al menos una vez al mes, sobre todo cuando se trata de moda.
Con el boom del recommerce, cada vez más empresas están apostando por el canal digital. Un ejemplo es Vinnies, —una de las principales tiendas benéficas de Australia junto con Salvos—, que en mayo lanzó su tienda en línea Vinnies Finds. En ella se pueden encontrar hasta 30.000 prendas de segunda mano, desde marcas low-cost hasta piezas exclusivas de diseñadores internacionales. Los clientes pueden donar su ropa usada para que se incluya en el catálogo digital, fomentando así una economía circular al tiempo que apoyan programas sociales para personas vulnerables. ¿Su gran acierto? Hacer que la moda reutilizada sea fácil, accesible y solidaria.
Otras marcas australianas también se han sumado al comercio de segunda mano, aunque con enfoques ligeramente distintos. Es el caso de Assembly Label, a través de su programa Reworn, centrado en revender las mismas prendas dos veces. La dinámica es simple: los clientes pueden devolver ropa comprada anteriormente que ya no utilicen a cambio de un descuento en su próxima compra. Posteriormente, Assembly Label reincorpora las piezas a su inventario y las revende, alargando su vida útil. Actualmente, el programa está disponible en 16 tiendas físicas a nivel nacional. Otras marcas, como Call Me The Breeze, han adoptado estrategias similares, ofreciendo cupones en lugar de descuentos directos.
Se espera que el mercado de ropa de segunda mano crezca un 25 % en los próximos años, lo que implica que las marcas de moda que no se sumen a esta tendencia podrían perder una parte significativa de su base de clientes. Ante este escenario, surge una oportunidad clara para las marcas: revender sus prendas usadas. Es un claro win-win: para el cliente, es mucho más cómodo que gestionar la reventa ellos mismos. Para la empresa, los cupones y códigos de descuento fomentan la fidelidad a la marca y hacen que el cliente regrese a la tienda. Además, este modelo permite diversificar el público objetivo, permitiendo que más personas accedan a productos que, de otra forma, no podrían adquirir a precio original.
Fuentes:
· https://www.theguardian.com/fashion/2025/may/29/thrifting-vinnies-charity-launches-online-boutique
· https://auspost-report.s3.ap-southeast-2.amazonaws.com/AUS+Post+-Ecommerce+Report+2025.pdf