Según las últimas estimaciones de Statista Digital Market Insights, el mercado latinoamericano y caribeño del comercio electrónico alcanzó un valor de ventas minoristas de 125.000 millones de dólares estadounidenses en 2022. Para 2027, se prevé que esta cifra casi se duplique y supere los 243.000 millones de dólares. Ambos valores serían los más altos registrados para este sector, que continúa creciendo año a año e incrementando su participación en las economías nacionales.
Entre las tendencias globales que han afectado, y seguirán afectando a la región, se puede apuntar a las ventas a través de dispositivos móviles, que representaron más del 60% de todas las ventas digitales en 2022 y que se estima que alcancen el 70% en 2026. Otra área que se destacará es la presencia de marca en las redes sociales dirigida a un público mucho más modesto, el grupo que más usa estas plataformas en América Latina. “Con base en la investigación de 2022, el latinoamericano que compra a través de redes sociales es mujer (52.6%), entre los 35 y 34 años de edad (32.0%), de clase media baja (23.4%) o clase baja (20.9%) y realiza sus compras en Facebook (76%)”, se ha explicado en el último International Digital Retail Forum.
En los próximos años, se espera que destaquen Brasil y México en el e-commerce regional. Además, se prevé que Brasil, Argentina y México dupliquen sus ventas minoristas entre 2022 y 2027. Perú, con un crecimiento estimado en 78%, se acercará más a la facturación de Chile y Colombia, que cerraron el año pasado con más de 8.000 millones en ventas.
Colombia, el tercer mercado de la región en función del valor de ventas, registrará la menor tasa de crecimiento entre los seis principales países, con un alza prevista del 60%. Esto refleja lo positivas que son las previsiones para el e-commerce de la región en los próximos años, que podría crecer nada menos que un 84%. Con estas cifras, los países latinoamericanos ostentan algunas de las mejores tasas de crecimiento previstas en el comercio electrónico de todo el mundo.
El comercio a través de transmisiones en vivo, una práctica sumamente popular en China, también está creciendo rápidamente en México y Colombia. Con el 54% de la población digital usando este medio, los niveles son ahora mucho más altos que en Europa o EE.UU.
“Finalmente, también hablaremos de los mercados de terceros, que son los canales más populares para que los latinoamericanos busquen un producto que les gustaría comprar en línea, lo que representa el 42,8% de las preferencias”, afirma Jose Alberto Pérez de 24TTL. “Esta es otra oportunidad clave para que las marcas aprovechen una ‘nueva proximidad’ con sus clientes, al ofrecer experiencias de productos inmersivas que los harán sobresalir ante un número cada vez mayor de consumidores latinoamericanos que buscarán mercados de terceros en 2023.”
Además, hay muchos desafíos que las empresas deben tener en cuenta cuando se enfrentan al mundo del comercio electrónico latinoamericano. Algunos son antiguos, como las dificultades para importar y exportar hacia y desde ciertos países, así como los problemas de infraestructura y los altos costos de transporte. Otros, sin embargo, son específicos del comercio electrónico. Muchos países tienen una penetración y conectividad de internet que varían enormemente de una región a otra, así como costos iniciales elevados para las empresas que comienzan a vender en línea.
De igual forma, el desarrollo del comercio electrónico en Latinoamérica se enfrentó a dos situaciones: las dificultades logísticas y de infraestructura, y la escasa penetración de medios digitales de pago. Ese panorama está cambiando. Con una de las poblaciones más jóvenes del planeta, la penetración de los smartphones en América Latina se intensificó. Esto, sumado a una mayor conectividad, preparó el terreno para la democratización del comercio digital.