Debido a la crisis sanitaria del COVID-19, el comercio exterior tradicional de China se ha visto seriamente afectado. Sin embargo, el Comercio Electrónico Transfronterizo (Cross-border E-commerce, o CBEC) ha demostrado un enorme potencial de desarrollo. Según datos oficiales, en enero y febrero de este año, el volumen de importación y exportación del comercio electrónico transfronterizo en China alcanzó los 17,4 mil millones de RMB, suponiendo un aumento del 36,7% interanual. Mientras que, en 2019, la cifra fue de 186,2 mil millones, 5 veces más que en 2015, con una tasa de crecimiento medio anual del 49,5%.
Con fecha 6 de mayo de 2020, el Consejo de Estado de la República Popular China emitió la aprobación del establecimiento de zonas francas integradas para el Comercio Electrónico Transfronterizo en 46 ciudades y regiones (Guo Han [2020] No. 47). Con ello, la cantidad de zonas piloto de CBEC en China se elevará a un total de 105.
El establecimiento de estas nuevas zonas permitirá un envío más rápido desde las zonas francas CBEC hasta los consumidores finales, impulsando así aún más el desarrollo del comercio electrónico transfronterizo, con intención de estabilizar también el comercio exterior durante la crisis del COVID-19.
Hasta ahora, China ha aprobado el establecimiento de zonas de comercio electrónico transfronterizo en cinco fases y agrupando varias ciudades en cada fase. Mientras que las primeras zonas CBEC se concentran mayoritariamente en las grandes y medianas ciudades del este del país (Pekín, Shanghái, Cantón, y provincias de Zhejiang, Jiangsu, Shandong y Fujian), progresivamente se han ido incorporando estas zonas también en las capitales de provincias, y ciudades de segundo y tercer nivel.
Estas zonas permiten a las empresas recurrir a ciertas ventajas fiscales: la exención del impuesto de valor añadido y el impuesto al consumo sobre las exportaciones minoristas; la reducción del impuesto sobre sociedades de empresas de venta minoristas registradas en una zona CBEC. También facilita mucho la movilidad de los productos entre zonas francas sin necesidad de pagar impuestos, y es posible la venta de productos sin registro previo, al tratarse como bienes importados de uso personal.