Empresas de todo el mundo y de todos los sectores han comenzado una carrera hacia la Inteligencia Artificial (IA). En Hong Kong, los sectores bancario (a través de la oferta de servicios financieros personalizados), de cuidado personal (como es el caso de HairCoSys) o de moda, entre otros, ya han emprendido sus respectivos caminos para aprovechar la gran oportunidad que ofrece esta nueva tecnología.
Y, como es normal, el sector del comercio electrónico no quiere quedarse atrás: muchas compañías de e-commerce han visto esto como una oportunidad para sacar ventaja a sus respectivos competidores en una región como Hong Kong donde todavía los establecimientos físicos siguen teniendo peso y el consumo online es inferior a sus homólogos de Asia Oriental.
De hecho, según el reciente informe sobre comercio electrónico en Hong Kong elaborado por la Oficina Económica y Comercial, las ventas online representaron el 9,9% del total de la facturación del retail hongkonés en 2022. Sin embargo, se prevé que en 2028 el mercado electrónico tenga un volumen de más del 8% respecto a 2023, un crecimiento que vendrá apoyado por “un mayor desarrollo de las aplicaciones de realidad aumentada (RA) o realidad virtual (RV)”.
Los marketplaces y minoristas locales han ido reorientando sus estrategias de venta hacia nuevas formas más sofisticadas como el modelo “try-before-you-buy”. Es el caso, por ejemplo, de la hongkonesa Pricerite, quien ofrece ya como parte de su estrategia previsualizaciones virtuales 3D de sus productos de hogar en el apartamento de su usuario.
Por lo general, las compañías de venta online han conseguido adentrarse en el terreno de la IA, aunque no de forma definitiva, mediante chatbots, que permiten ayudar al cliente durante todo su proceso de compra en la web, de forma que se presta un servicio instantáneo personalizado para cada comprador. Es un pequeño paso que sirve de punto de partida para las pequeñas y medianas empresas en la búsqueda de nuevos servicios que mejoren sus cifras de ventas.