Se estima que este canal de venta alcance en Canadá, de aquí a 2030, un valor de 313 M CAD.
Los sectores de población más proclives a efectuar este tipo de compras son las generaciones denominadas Millennials y Z, quienes valoran la novedad y la conveniencia, además, en su caso, de la sorpresa.
Para el consumidor, las cajas ofrecen un producto personalizado y cuidadosamente seleccionado. Para las empresas representan unos ingresos predecibles, clientes fidelizados y pagos por adelantado.
Sin embargo, para los consumidores las cajas de suscripción pueden llevar a una sobrecarga tanto financiera como de calidad de en su experiencia de compra. En efecto, más suscripciones suponen mayores gastos, y el consumidor puede llegar a perder la pista de los pagos que debe realizar. Además, la recepción periódica de las cajas propicia que una compra que, en principio, buscaba la conveniencia y una experiencia de consumo novedosa, pueda convertirse en una obligación poco agradable. Este fenómeno se ha denominado fatiga de las cajas suscripciones. Las empresas que ofrecen posibilidades de suspender temporalmente o modificar suscripciones concediendo mayor control al consumidor registran un menor número de cancelaciones derivadas de esa fatiga.
En un mercado maduro como el canadiense, la experiencia de abrir la caja y descubrir su contenido es crucial para fidelizar al cliente. Para que sea un éxito, la caja debe de ser visualmente atractiva y el diseño cautivador. La utilización de materiales reutilizables es crucial para atraer a esa franja de clientes preocupados por la sostenibilidad.
Los precios de las cajas de suscripción varían según su contenido. No es lo mismo una caja de pasatiempos o juegos, que otra de costura o productos agroalimentarios. Pero el precio suele estar en la horquilla de los 15-40 CAD, excepto para las cajas de productos de belleza, que pueden ser mucho más caras dependiendo de la marca.
La guerra arancelaria entre EE. UU. y Canadá, ha afectado a las suscripciones a productos de empresas estadounidenses, debido tanto al sobrecoste arancelario como a la mayor preferencia de los clientes canadienses por autoafirmar su sentimiento nacional mediante alternativas locales. Estas circunstancias pueden representar también una oportunidad para empresas de cajas de suscripción con sede en terceros países con tratados de libre comercio con Canadá.
Fuentes:
https://canadiansinternet.com/subscription-fatigue-consumers-boxes/