Este dato, recogido en el Ecommerce Delivery Benchmark Report 2025 de Packlink, refleja no solo una tendencia coyuntural, sino una estrategia de supervivencia y crecimiento frente a la madurez del mercado nacional. España se encuentra en un momento en que el ecommerce ya forma parte de los hábitos de consumo, pero las empresas buscan dar un paso más allá: no solo vender más en casa, sino proyectarse hacia mercados donde la demanda digital se expande con más fuerza.
La encuesta muestra que actualmente un 32 % de las empresas españolas de ecommerce ya opera internacionalmente. Este porcentaje, aunque modesto en comparación con gigantes europeos como Alemania o Países Bajos, evidencia un cambio de mentalidad. Hasta hace pocos años, muchas pymes españolas veían la internacionalización como un proceso costoso, reservado a grandes compañías con músculo financiero y logístico. Sin embargo, el auge de plataformas tecnológicas accesibles, los sistemas de pago en múltiples divisas y la mejora de la logística transfronteriza están derribando esas barreras.
Los mercados emergentes se presentan como el nuevo horizonte para las empresas españolas del sector digital. Según el informe, el Sudeste Asiático, América Latina y Oriente Medio destacan como destinos prioritarios para las estrategias de expansión. En estas regiones, la penetración de internet y el uso de smartphones están impulsando un boom del comercio electrónico. Además, se trata de áreas donde la clase media crece con rapidez y demanda productos internacionales, generando una ventana de oportunidad para marcas españolas que ofrecen desde moda y alimentación hasta tecnología y cosmética.
Al mismo tiempo, los mercados maduros como Europa Occidental o Estados Unidos ya muestran síntomas de saturación. La competencia en estos países es feroz, y los costes de entrada —publicidad digital, adaptación a normativas estrictas, logística más cara— hacen que los márgenes sean cada vez más estrechos. Por eso, muchas empresas españolas prefieren explorar países donde la curva de crecimiento aún está en ascenso.
Otro aspecto clave es la logística. Las mejoras en infraestructura, acuerdos con operadores internacionales y soluciones innovadoras como el cross-border fulfillment están simplificando los envíos transfronterizos. Esto no solo reduce costes, sino que también mejora la experiencia del cliente internacional, uno de los mayores retos para fidelizar en mercados nuevos.
La internacionalización ya no es opcional, sino una condición de futuro para el ecommerce español. En un entorno digital globalizado, las empresas que no crucen fronteras corren el riesgo de quedarse rezagadas frente a competidores más ágiles. El informe de Packlink lo resume con claridad: el 80 % de las empresas planea expandirse porque percibe que quedarse en el mercado nacional limita el crecimiento y la rentabilidad a medio plazo.
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