Los nuevos dominios online revolucionan el mundo de la venta internacional

Hace ya más de treinta años que se registró el primer dominio comercial (symbolics.com). Desde entonces, se han creado más de 300 millones de dominios de primer nivel (TLDs), una desorbitante cifra que ha hecho necesario el planteamiento de nuevas opciones para que las empresas, las asociaciones y los particulares puedan estar presentes en Internet.

Tradicionalmente, y hablando de manera genérica, podíamos distinguir dos grandes familias de dominios de Internet. Por un lado, los genéricos, como .com, .net o el .org, y por otro, los territoriales, como .es para España, .fr para Francia o .eu para los países europeos (un excelente escaparate para la exportación dentro de la Unión Europea). Sin embargo, el crecimiento de Internet y la digitalización de la sociedad llevaron a numerosas comunidades de usuarios a solicitar a la ICANN, la máxima autoridad mundial en materia de dominios, la ampliación del número de extensiones para facilitar a numerosos colectivos una identidad y presencia digital que se asociara con su actividad y resultara fácilmente reconocible.

ICANN asumió este reto y, en 2014, nacieron los nuevos dominios genéricos de primer nivel, conocidos técnicamente como ngTLD. En ese mismo año, se lanzaron 250 nuevas extensiones de Internet y, desde entonces, el número de opciones para estar presente en Internet no ha parado de crecer. Y no solo la cantidad de nuevos nombres ha aumentado, sino que el ritmo de registros ha sido, a su vez, imparable. Ya se ha superado la barrera de los 22 millones de nuevos dominios registrados.

En estos cuatro años, han aparecido centenares de nuevas extensiones que han permitido que cualquier empresa dispuesta a ofrecer online un producto o servicio cuente con la posibilidad de que su negocio sea identificado y encontrado en la Red más fácilmente y su dominio, su nombre en Internet, esté mejor orientado a sus potenciales clientes. Los ngTLDs segmentan de un modo claro y eficaz los servicios que ofrecen las empresas en Internet, y lo hacen de manera global. Se han convertido en la mejor oportunidad para que los internautas y compradores identifiquen y reconozcan un proyecto web afín a sus intereses nada más teclear su dirección web en el navegador o al escribir un correo electrónico.

En ese sentido, actualmente, las opciones son casi infinitas. Podemos elegir .tienda si tenemos un eCommerce orientado al público hispanohablante o .shop, si nos orientamos al mercado anglosajón; .moda, .fashion o .boutique si nuestro negocio vende ropa online; .hotel o .apartments si nos dedicamos a la gestión inmobiliaria, donde también podríamos optar por .casa; .bar, .restaurant o .cafe si hablamos de hostelería; y si queremos identificarnos con una región geográfica muy concreta, también podemos elegir nuestro nombre en Internet con terminación .barcelona, .amsterdam o .asia. Para saber qué opción es la más conveniente, lo mejor es consultar todas las que hay disponibles en buscadores como el que encontramos en www.arsys.es/dominios

La creación de todas estas nuevas extensiones está permitiendo que las empresas, ya sean grandes o pequeñas, multinacionales, pymes o autónomos, puedan diferenciarse y llegar a cualquier rincón del mundo con su mejor activo digital: el nombre de su proyecto web.

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