Pautas para no quedarse atrás y entender las tendencias de comercio electrónico que pisan fuerte

En el 2018 datos de Statista señalaron que el e-commerce aporta el 11.9 % del total de las ventas del retail a nivel mundial, y se espera que para el 2021 el 17.5 % del total de las ventas de los retailers provenga del comercio electrónico.
Entre las tendencias del e-commerce, vemos los métodos de compra tradicionales cambiar constantemente debido a nuevas tecnologías que optimizan la compra por Internet, y mejoran la experiencia de los usuarios. La competencia ha aumentado y la comercialización es más sofisticada, por lo que la necesidad de optimizar los métodos de pago es cada vez más latente. Según el Washington Post, el 70% de la gente cree que los pagos móviles superarán al efectivo y tarjetas para el año 2030. Por todo esto, es un hecho que los comercios online deben seguir perfeccionando sus métodos de pago en 2019 si quieren mantenerse vigentes y competitivos.
Otro de los elementos que tomarán fuerza son los mercados electrónicos, que están tomando cada vez más fuerza. Este 2019 los marketplaces consolidarán su liderazgo sobre todo en lo que se refiere a productos tecnológicos, móviles, artículos para el hogar y deportivos, por lo que son una tendencia importante para el e commerce. Son una excelente manera de iniciarse en la comercialización online y de testear los productos en el mercado. Al mismo tiempo, como complemento a las ventas tradicionales, el marketplace puede ser la mejor opción.
Una de las tendencias digitales más sólidas son los chatbots, ya que se han convertido en una herramienta realmente efectiva en lo que se refiere a una atención al cliente. Con esta llegada, los dispositivos ya disponen de un toque personal que aporta una conversación. Son plataformas que están destinadas a aprender y responder consultas en tiempo real y cada vez están siendo más demandadas. De esta manera el trabajo se simplifica y se optimiza el tiempo de atención a los usuarios. Según previsiones de la Consultora Gartner, en 2020 más del 80% de las interacciones de los usuarios con los e-commerce se realizarán a través de inteligencia artificial.
Si las empresas hacen buen uso del BigData pueden mejorar sus negocios, expandirlos, y saber que esperar del futuro. Todo sabemos que una base de datos sólida es clave para optimizar un negocio y por supuesto, un comercio online. Los datos ayudan a entender al usuario, entender la demanda y el mercado y así adecuarnos a las necesidades de nuestros públicos objetivos. El acertado manejo del Big Data puede impulsar rápidamente la evolución de un producto o servicio, y también los costos asociados al proceso de desarrollo del mismo.
Las B2B están cada vez inclinadas a usar el ecommerce a su favor. Esto se debe, en parte, a los beneficios tangibles que han identificado, por ejemplo, la reducción de costos operativos y consecuente aumento de los ingresos. Las B2B han entendido finalmente las oportunidades de venta que trae consigo el ecommerce, entre ellas el fortalecer y expandir su presencia en cualquier sector haciendo uso de los canales digitales, lo que les permite acceder a más audiencias.
Las redes sociales siempre han significado un gran apoyo para los comercios y este año esta relación se afianzara aún más. Los expertos esperan que muchas empresas adapten sus estrategias sociales para la venta, usando por ejemplo Instagram Shopping y Facebook para sus ventas. El desafío para el social Commerce radica en lograr conectar a las marcas con el potencial comprador.
Existen muchas industrias en las que la realidad aumentada ya se ha posicionado como tendencia. Lo mismo ocurre con la realidad virtual y su relación con el comercio electrónico, que ofrece oportunidades para que los consumidores puedan ver sus productos en forma 3D antes de comprarlos. Lo cierto es que vemos multitud de tareas que se realizan día tras día en muchas empresas que podrían ser optimizadas fácilmente mediante la inclusión de la realidad aumentada. Por ejemplo, en tiendas de retail, hoy gracias al móvil y a las aplicaciones desarrolladas con este tipo de tecnología, podemos ver cómo queda un sofá en casa, probarnos un abrigo o unos lentes en diferentes colores o encontrar lo que buscamos en el supermercado.